¿sabes? no somos superheroes

Querido Culebra, tras haber pasado años juntos quiero darte las gracias por todo lo que nos has enseñado. Con Lucía, tu Ratona, nos ayudaste a comprender lo mucho que puedes querer a una persona que realmente no es tu hermana; lo mucho que la protegiste y siempre protegerás desde allá donde esteas. La nombro a ella porque es y siempre será las más especial para ti, pero digo lo mismo con Carlitos e incluso con Lucas que, aunque no era tu hermano de mentira, sino tu primo le querías igual. Con Ángel, bueno Víctor, tu hermano nos enseñaste que por muchas peleas que hubiese sin conocer realmente a la persona al fin y al cabo siempre le perdonas porque recuerdas los momentos buenos y olvidas los malos. Te das cuenta de cuando quieres a una persona cuando te toca perderla como te pasó con él. Con Chispitas nos ayudaste a comprender que el amor es complicado. Lo más difícil de conseguir es que sea correspondido como el vuestro y lo triste de eso era que sufríais ambos porque no os podíais ni tocar; pero ambos luchabais el uno por el otro aunque os doliese. Nos habéis demostrado una vez más que no hay nada más fuerte que el amor entre dos personas y que no podíais vivir el uno sin el otro como bien dijisteis en este último capítulo, el de tu muerte. Os necesitáis el uno al otro como respirar para cualquier ser humano. Nos dimos cuenta de que cuando una de esas personas falta, la otra muere por dentro. Contigo se fue un trocito de Sandra, sus poderes para ser más exactos. Sólo puedo daros las gracias por habernos hecho soñar cada jueves con una mirada, un abrazo, una palabra...pero sobretodo con el beso que finalmente nos disteis, aunque finalmente no sirviese de nada. Parece ser que lo de que con un beso se despierta a la persona amada sólo ocurre en los cuentos y con las princesas; porque si no te funcionó a ti siendo un príncipe como lo eres para muchas mujeres, es difícil que funcione con otros. 




TRT,ECJ
texto copiado de antena3.com